Esta historia de terror sucedió un sábado por la noche, como a las 3 de la madrugada, puesto que los sábados acostumbrábamos a dormir tarde por ver películas con la familia.
Ese día fue común y corriente como cualquier otro, mirábamos una película mi mujer y yo. Cuando termino la película decidimos irnos a dormir, justo cuando empezaba a tomar el sueño empezaron a aullar todos los perros del barrio donde vivo, así es que decidí levantarme a mirar por la ventana, para ver lo que sucedía.
Al observar por la ventana los perros dejaron de aullar fue algo extraño pero sucedió, no deje de ver por la ventana y a los segundos se empezó a levantar el polvo de la calle como si hubiera pasado un remolino de aire, pero no fue así, entre el polvo empecé a escuchar el ruido de unos caballos y una carreta que iban a toda velocidad por la calle, la persona que iba arriba tenia el pelo largo, pero no lograba observar su cara.
En ese momento sentí que me desmayaría de la impresión, así es que me acosté y no quise saber mas.
Lo raro de todo fue que no habían rastros de un automóvil, solo habían rastros de unos caballos. Misteriosamente las huellas terminaban en una casa abandonada en la cual decían que ahí se aparecía del diablo.
Quede totalmente impresionado, pues la carreta apareció de la nada y desapareció de la nada.
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